7/11/08

Recuerdas aquella vez

Es curioso, pero de todos mis viajes, los recuerdos más especiales no pertenecen a monumentos, museos, etc....no son recuerdos turísticos para que nos entendamos.

Recuerdo el hostal de Florencia y mi sorpresa por no haber toallas (estaba y estoy mal acostumbrado). Ducharme y tener que secarme con el frescor del aire que pasaba a través de la ventana en pleno mes de marzo. Aún estoy tititititititiritando.

Recuerdo el pub holandés en Gante con la música disco a todo volumen, donde nos resguardamos de la fina e inacabable lluvia.

Recuerdo los spaghetti al arrabiata en Múnich, aún siento el picor. Menos mal que allí te sirven mínimo medio litro de cerveza.....que si no, no lo cuento.

Recuerdo haber lamentado no comer aquel bocadillo tan sui generis, elaborado con pan sin miga (¿?) y embutido extremeño, sentados en la orilla del río Ticino en Pavía, donde se mezclaban amplitud, intimidad, el río y un precioso puente con su pequeña capilla.

Recuerdo el traqueteo del tranvía en Lisboa, subiendo empinadas cuestas y doblando esquinas imposibles, para llegar a un destino que el destino nos negaba poder alcanzar.

Recuerdo haberme sentido solo y miedoso en Milán y hacer mía la ciudad al cabo de un día (qué suerte tienes....a que sí?)

Recuerdo mis capuccinos en Viena, con su bandejita bien equipada con vaso de agua y servilleta y el camarero obcedado en que éramos italianos (vaya manía!!!!)

Recuerdo el polvo del siglo XIX (como mínimo) del pub donde comimos en Londres, cerca de Trafalgar Square. (Y del baño mejor no hablamos).

Y pienso en lo mucho que aún me queda por conocer. A ti, futuro, destino, vida, como quiera que te llames, ¿qué es lo siguiente que me tienes preparado?. Que sea bueno, siempre lo es, pero quiero que me lo prometas por si acaso.

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