31/5/09

Renovarse o morir

Renovarse o morir. El problema es que para contestar a esa pregunta hay que saber primero qué es lo que uno realmente quiere.

Tengo dos meses de curro por delante antes de las vacaciones. Luego en agosto unos días a Asturias y otros a Italia, a Bologna, Parma y Ferrara. Con el espíritu renovado (y más ilustrado), tengo que plantearme mi futuro profesional.

Comeduras de cabeza, dilemas, etc. Creí haber dejado eso atrás una vez encontrado el amor. Va a ser que no. Como diría mi amiga Cris, siempre tan inocente. Hay cosas que no cambian. Además, esta cuestión no se resuelve con atardeceres en la playa en los que piensas que el Sol se pone cada día por muchos problemas que haya en la vida. El Sol es sabio. Yo no. No obstante, esto vale para los amores y las penas de amor, los arrebatos de nostalgia y todo eso.

Sin embargo, soy un novicio en esto del trabajo, de lo profesional y aquí no hay Sol que valga. Creí que todo consistía en ser periodista. Me doy cuenta de que hay que profundizar un poco más. Y es hora de sumergirnos en la cuestión. Ojo no reniego de mi trabajo, como primer trabajo está francamente bien. Pero ya va siendo hora de dar un paso hacia adelante, hacia dónde sea que me lleve el instinto, el corazón o la cartera.

A lo mejor con la crisis no es el mejor momento. Tampoco digo que vaya a cambiar las cosas ya, pero hay que estar preparado. En guardia.

Os seguiré contando. Eso sí, mientras puedo aprender un poquito de italiano. Mi hermano dice que alemán, "Nein, ich wollt nicht" (creo que se dice así, ya ni me acuerdo).

27/5/09

Un sueño

Va a ser que sí. Que vivimos de sueños.
Os voy a contar uno.

Comprar una casa en la Toscana, una casa antigua y reformarla. Sólo los muebles necesarios para habitarla, nada de exageraciones tipo Baronesa Thyssen (mucho museo, pero el gusto donde yo me sé)(ah sí, no os lo dije, también me leo la revista !Hola¡)

Una cocina grande, muy grande (me encantan). Hacer pasta de forma artesanal, hacer postres, aprender a hacer tiramisú (ummmmmm). Tener una buena cafetera y hacer unos buenos expressos y cappucinos. Y una buena bodega con Lambruscos y Chiantis.

Una salita con chimenea con un tresillo, butaca y chaise longue, una mesa baja y unas librerías.

Un porche con una mesa y unas sillas con vistas a la pradera toscana, donde tomar un té y leer un buen libro.

Tener un pequeño Fiat 500 de los nuevos para moverse por la zona y unas bicicletas para bajar al pueblo y comprar el periódico. Pararse en una terracita para tomar un expresso y saludar a la gente. "Ciao, come vai?".

Tener un pequeño despacho con mi ordenador para escribir novelas y relatos y algún cuento infantil.

Cuidar un pequeño jardín trasero con un columpio para columpiar a mi chica mientras repaso las líneas que he escrito esa tarde de la novela que estoy preparando. Tener buganvillas y hortensias. Y un pequeño fresal si se puede.

etc.....

Lo tengo todo súper pensado. Y soñado.

La llamaría Villa Salute.

El link de abajo es de una casa que se vende de verdad. Va más allá de mis sueños, porque es un casoplón que te caes redondo. Yo soy un pelín más modesto. Eso sí, soñar es gratis.

http://www.tuscanyrealestate.co.uk/Tuscany_Properties-1_000_000_/CASALE-RUSTICO-AREZZO/casale-rustico-arezzo.html

22/5/09

Dove sarai

Dove sarai
anima bella
stella gemella
dove sarai

Si cometo alguna errata o falta ortográfica al escribir, perdón. Estoy con los ojos cerrados escuchando a Eros Ramazotti y su Stella Gemella.

21/5/09

Perderme por ahí

Ya me están complicando el fin de semana. Y yo con lumbago y un poco de ciática. Además, dicen que va a llover.

Aún quedan dos meses para las vacaciones.... De todas formas, me conformo con un fin de semana de libro y té, té y libro (la manta ya sobra).

En definitiva, tranquilidad. Tengo ganas de perderme por ahí, con mi chica ojalá.....Ella y yo. El móvil bien guardado en el hotel. Que nada ni nadie nos moleste. Y desconectar por completo.

Dos sugerencias (aún no he estado en ninguno de los sitios, pero es dónde me iría en busca de paz y estoy seguro de que la lograría). El primero de ellos es Colmar, en Francia, al sur de Estrasburgo. El segundo es Como, en Italia.

En España también hay opciones para perderse. Mi querida Salinas, en Asturias, y Hondarribia, en Guipúzcoa.

Y yo que tardaría 15 minutos en organizar la escapada. Bueno soy yo.

En fin. Espero poder lograr la tan ansiada paz en casa el próximo fin de semana, algo es algo. Estoy con El Cocinero del Dux, no muy allá, pero sólo llevo 100 páginas, tengo que darle la oportunidad de mejorar. A ver qué tal.

19/5/09

Un lujo


Una postal para el recuerdo.


Desayunar con el lago Leman al lado y el Mont Blanc de fondo.


Lo tiene todo

Compro la revista De Viajes el otro día en el aeropuerto. En páginas centrales, un reportaje sobre el Lago de Como, uno de los lugares en los que yo me perdería en la Tierra. Uno de mis sueños por realizar. Un viaje para sorprender a tu pareja, para alquilar un coche y moverte de un sitio a otro, coger unos paninis en algún bar y comerlos en algún rinconcito que el lago nos proporcione para tener la sensación de que sólo hay dos personas en este mundo. Dos personas y un paraje fantástico. Un momento irrepetible que espero vivir pronto.

Hoy llego a casa. Mi correo en mi cuarto. Los graciosos de la agencia Catai me mandan en esta ocasión un folleto de varias páginas con propuestas para Italia. Lo leeré luego por la noche, pero......snif......jolín...yo quiero Italia...... :-(

Así que escribo estas líneas con los dientes largos (y con lumbago).

Qué tiene Italia? Tiene la capacidad de enmudecerme, de hacerme partícipe de una tierra extraña (hermana, pero extraña), de inmiscuirse en mis sueños y en mi vida hasta el punto de (casi) obsesionarme. Tiene la grandeza de su historia, la peculiariedad de sus gestos, la anarquía de su día a día. Para mí, lo tiene todo.

13/5/09

El alma de un chico de 16 años

Hay canciones, paisajes, lugares, etc que nos evocan emociones y nos traen recuerdos. De alguna manera nos envuelven, crean un halo del que no podemos escapar porque llegan a emociones muy profundas que, por muy ocultas que estén, el corazón no tarda en encontrar.

Pueden ser emociones positivas o pueden ser negativas.

Yo nunca he sido de grupos, sino más bien de canciones. No obstante, hay algunos grupos que de alguna manera han dejado huella en mí y, al escucharlos, traen el eco de situaciones pasadas. Bon Jovi fue uno de los grupos que más me acompañaron cuando fui adolescente.

Hay canciones que me tocaron el alma. El alma de un chico de 16 años es fráncamente débil. Entiende que el amor es eso, amor. No alcanza a ver lo que hay detrás (Ya tendrá tiempo de conocerlo). Esa era mi alma, la de Always en el momento de la ilusión inicial, la de It's hard letting you go en la decepción final.

Escuché el otro día de casualidad esa última canción y me ha traído mogollón de recuerdos. Recuerdo ir al colegio con el discman y metiéndome caña con esa canción. Parece que fue ayer.

Hoy la he vuelto a escuchar de forma íntima. Y joder, he vuelto a llorar.





Prometo escuchar algo más alegre mañana.

Algo que falta

Mañana me voy de viaje, pero no estoy todo lo contento que debería estar. Es ya sabida mi afición por los viajes. Lo mucho que aprendo de ellos, lo mucho que me gusta ver todas las maravillas que hay ahí fuera, lo mucho que me gusta fotografiar todos y cada uno de los momentos, maravillas e impresiones que el lugar me produce.

Sin embargo, este viaje, como otros anteriores, no es completo.

Yo vivo por y para sentir, vivo por y para enriquecer mi vida, vivo por y para hacerla más completa. Todo lo que hay en ella es auténtico, porque lo siento así, porque si no fuera de esa forma en absoluto estaría y formaría parte de ella. Y sigo añadiendo cosas a mi vida, de las que puedo aprender y que me van a enriquecer.

Pero con todo hay ciertas sensaciones que me faltan. Llegarán supongo.

De hecho, te prometí que te voy a enseñar Florencia, porque este menda quiere que caigas redonda de las sensaciones y emociones que podrás vivir. A Stendhal le dio un soponcio en Florencia, pero no fue allí enamorado o, al menos, con su pareja. Eso que se perdió. Pero tú no te preocupes, llevaré un abanico en previsión de desmayo.

Por supuesto, uno para tí y otro para mí.

P.D. ¿A quién se le ocurrió poner el otro día en el café de media mañana la balada de Bon Jovi It's hard letting you go?. ¿Alguien quería ponerme melancólico?. Pues por ahí lo puede lograr....

10/5/09

Perder las alas

Perder las alas tiene sus ligeros contratiempos, pero el fin sí justifica los medios cuando hay amor de por medio, cuando hay un futuro visible al final de un camino, cuyo horizonte de repente sí se alcanza a ver, tras años y años y lágrimas y lágrimas atisbando la nada más absoluta.

Nicolas Cage en City of Angels era un ángel que para poder amar debía renunciar a dicha condición y con ello renunciar a su inmortalidad y pasar a ser vulnerable a los vaivenes de la vida, como la desdicha, la tristeza y en su máxima expresión, la muerte. Pero renuncia, renuncia por amor. Un único instante de amor supera una vida de desdichas, esta es la moraleja de la historia. Historia que, por cierto, se ambienta a las mil maravillas con mi canción Iris de los Goo Goo Dolls.

Historia que puedo hacer mía, pero no os llevéis a engaño, esto no es ningún sacrificio. El cosquilleo en el estómago y la chispa en la mirada, las canciones que de repente cobran un especial, vibrante y hasta la fecha desconocido sentido....Todo esto vale la pena.

La vida, con amor, nos muestra su cara más vulnerable y a la vez más intensa. Lágrimas y sonrisas son de repente compañeras. Surgen ilusiones y, al mismo tiempo, surgen miedos.

He aprendido con el paso de los años a dejar que las cosas fluyan y lleven el camino que tengan que llevar. Esto no quiere decir que uno no tenga que mover un dedo y no poner nada de su parte, pero si dos personas se quieren, todo es mucho más fácil y los problemas se irán solucionando por sí solos.

Con todo, hay cosas que faltan, pero seguro que acabarán llegando. Hace tiempo que perdí mis alas, pero es que ser un ángel y eludir los vaivenes de la vida me impedían amar.

7/5/09

¿Cansancio?


Creo que nos equivocamos muchas veces a la hora de afrontar el cansancio. En primer lugar, porque aquello que creemos que es meramente físico, en realidad no lo es. Es todo lo contrario, es algo psíquico.

En segundo lugar, la mejor manera de descansar es justamente no parar de hacer cosas, siempre que sea ocio, cosas que te gusten y, por supuesto, dentro de las posibilidades de cada uno.

Para mí descansar no es estar tumbado en una tumbona en el hotel de turno con la pulserita para tomarme tropecientos mojitos. Así te cansas más.
Para mí descansar es cogerme un puente como el que nos espera la semana que viene e irme de viaje, lo que supone unas horitas de aeropuerto y viaje (ida y vuelta), madrugar para ir a ver cosas, andar y andar. Pero yo descanso así.
Hoy he salido agotado del trabajo, pues me he ido a tomar algo y he hecho media horita de bicicleta y estoy mejor ahora que cuando salí de la redacción a las seis y media.

A lo mejor en mi cara se aprecian síntomas de cansancio, pero en mi mente estoy fresco como una rosa.

4/5/09

Mis pulseras

Gracias por la pulsera.

Otra más.

No concibo mis muñecas sin ellas. Mi tobillo todavía podría ir sin ninguna, pero ya llevo unos añitos con una ahí puesta y me he acostumbrado. Ahora bien, en mis muñecas siempre he llevado pulseras, desde crío (9-10 años). Y es más, las guardo todas en un caja, junto con collares, colgantes y demás parafernalia.

¿He dicho que me encantan?.

Forman parte de mí, como mi sol, que ya tiene cuatro añitos.

Italia y el cine

Ayer estuve viendo en el cine The International. Y la peli me gustó mucho. Y encima sale Milán, tampoco es que se vea mucho, pero algo sí. Un poco de la galería Vittorio Emmanuele por un lado, la stazione centrale y la torre Pirelli por otro....

Me trae recuerdos la estación, pues allí discurrieron mis primeros compases en la ciudad que hice mía hará cuatro años. Recuerdo que el autobús de Malpensa me dejó en la estación y de ahí al tren camino de Brescia, donde iba a pasar el fin de semana con una pareja de amigos. Desde entonces he estado allí otras siete u ocho veces (más que en Atocha eso seguro).

De la Galería Vittorio Emmanuelle también me acuerdo. Siempre atestada. He comprado libros en Rizzoli, regalos en la tienda de Mercedes y he comido en su mcdonalds. Y me encanta la galería. Me encanta salir por la Piazza Leonardo da Vinci y encararme hacia Via Manzoni a ponerme los dientes largos en la tienda de Armani, o bien acercarme a la Pinacoteca de Brera por la Via Brera. Claro que puedo salir por un lateral y encontrarme frente a frente con esa pequeña y muy bonita iglesia de San Fedele. O bien, si mi camino es el contrario, flipar con el duomo milanés.

Creo que es la primera vez que veo Milán en una peli. Para italianizarse un poco vía cine recomiendo Bajo el Sol de la Toscana y Una habitación con Vistas. Y sí, me falta Vacaciones en Roma, ya lo sé, ya me lo han recordado alguna que otra vez.....