22/12/08

Amigo invisible

Regalar es todo un arte. Hay que tener gusto, consideración, sentimiento, deseo, "maquinación", imaginación e inspiración.

Sin la primera frase, podría parecer que estoy hablando sobre pintura. Pero no, hablo de regalar. Por lo demás, no hay ninguna diferencia, salvo que cuando contemplas un cuadro miras con interés, desgranando las pinceladas y el significado de la obra, mientras que cuando regalas miras con nerviosismo, esperando que guste, esperando una sonrisa y calibrar esa sonrisa (será falsa, verdadera, amplia, con la boca pequeña??...ummmm).

Ahora bien. ¿Qué pasa con el tan manido amigo invisible?. ¿Por qué lo llaman amigo?. ¿Y lo de invisible?, ¿qué es para evitar ajustes de cuentas futuros?.

Mañana nos damos en el trabajo los regalos del amigo invisible. Las expectativas nunca pueden ser altas, porque no se trata de eso, pero currárselo un poco no cuesta nada. No os preocupéis, que no os va a salir una hernia en el cerebro. Entiendo que para algunos es un trámite, pero hagámoslo un pelín ilusionante.

Yo le pongo todos mis sentidos para regalar a los míos. Regalos en plan bien, con un esfuerzo detrás, que denote que me importa, porque me importa. Y para el amigo invisible trató de ponerle un poco de chispa. No quiero juzgar de antemano, aún no he recibido el regalo ni sé quien me ha tocado, pero uno va adquiriendo experiencia con estas lides. Y la experiencia me dice que, salvo sorpresa, mañana tendré en mi habitación algo que me sobrará. Algunos dirán de mí que soy materialista y que la intención es lo que cuenta, pero ahí radica el problema. Dime qué te regalan y te diré con qué intención e interés lo han hecho. A veces te regalan cosas que no te gustan, pero se ve desde el primer momento si hay interés y, siempre, te sentirás agradecido por ello.

Detrás de un regalo, hay un interés, una dedicación, pero nunca puede haber sentimientos vacíos. Y esto vale por supuestísimo aunque no te guste el regalo.

No hay comentarios: