31/5/09

Renovarse o morir

Renovarse o morir. El problema es que para contestar a esa pregunta hay que saber primero qué es lo que uno realmente quiere.

Tengo dos meses de curro por delante antes de las vacaciones. Luego en agosto unos días a Asturias y otros a Italia, a Bologna, Parma y Ferrara. Con el espíritu renovado (y más ilustrado), tengo que plantearme mi futuro profesional.

Comeduras de cabeza, dilemas, etc. Creí haber dejado eso atrás una vez encontrado el amor. Va a ser que no. Como diría mi amiga Cris, siempre tan inocente. Hay cosas que no cambian. Además, esta cuestión no se resuelve con atardeceres en la playa en los que piensas que el Sol se pone cada día por muchos problemas que haya en la vida. El Sol es sabio. Yo no. No obstante, esto vale para los amores y las penas de amor, los arrebatos de nostalgia y todo eso.

Sin embargo, soy un novicio en esto del trabajo, de lo profesional y aquí no hay Sol que valga. Creí que todo consistía en ser periodista. Me doy cuenta de que hay que profundizar un poco más. Y es hora de sumergirnos en la cuestión. Ojo no reniego de mi trabajo, como primer trabajo está francamente bien. Pero ya va siendo hora de dar un paso hacia adelante, hacia dónde sea que me lleve el instinto, el corazón o la cartera.

A lo mejor con la crisis no es el mejor momento. Tampoco digo que vaya a cambiar las cosas ya, pero hay que estar preparado. En guardia.

Os seguiré contando. Eso sí, mientras puedo aprender un poquito de italiano. Mi hermano dice que alemán, "Nein, ich wollt nicht" (creo que se dice así, ya ni me acuerdo).

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