16/4/09

La Ciudad Eterna

Mi madre se va a Roma mañana. He estado unas pocas horas en la Ciudad Eterna y se me quedaron grabados tres recuerdos: Las maravillosas vistas desde la colina capitolina del Foro y el Coliseo de fondo, que un pakistaní me intentó robar en el metro (sugiero evitar el metro, es horrible) y la manifestación contra la Guerra de Irak (era 2003).

Y nada más.

Es peor haber estado en Roma unas horas y no conocerla que no haberla visitado. Hasta que vaya tengo que vivir de unos pocos recuerdos. Por lo menos, si no hubiera ido, viviría de soñar sus maravillas. Pero los sueños dejan paso a la amargura por haber estado y no conocer el lugar con más magnetismo del planeta. En serio, Roma tiene una fuerza inimaginable.

Pero iré, que nadie se preocupe, sólo espero la ocasión más propicia.

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