Una buena librería. Del tamaño de un buen dormitorio, con estanterías y estanterías sin fin repletas de libros, todos ellos hiper colocados. Una buena butaca con una lámpara a su lado para leer. Una mesa moderna y diáfana con el portátil y un atril. Una chimenea. Alfombras. Fotos y cuadros de mis viajes con mi chica. Algún tipo de vitrina para guardar todos los marcapáginas que voy recopilando en mis viajes y escapadas. Una mesa bar con vino y copas para momentos melancólicos.
En fin.....sueños.
Lo mejor de todo, y lo peor al mismo tiempo, es que cada vez tengo menos espacio en mi habitación para los libros. Eso es un problema, pero bendito problema.
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