21/1/09

Cow parade

La Cow Parade ha llegado a Madrid. Reconozco que todo lo que sea arte y supere el siglo XIX tiene escaso interés para mí. No obstante, tienen su gracia y su originalidad, es un reclamo turístico temporal, muchas fotos y comentarios y tal.

La exposición ha recorrido una treintena de ciudades y, salvo escasísimas excepciones, las esculturas no han sufrido el menor daño. Las dos excepciones son Florencia y Madrid. Dos excepciones con matices y con motivos bien diferentes.

En el caso de Florencia, el arte moderno (entiendo el siglo XX y el actual) no es que no tenga sitio, es que se arma un revuelo de aquí te espero. Menos mal que cada vaca pesa 400 kilogramos, que si no hubieran taponado el río Arno. No me cuesta nada imaginar a los florentinos echando las vacas al río. De hecho, tienen experiencia, pero con personas (hace 400-500 años ojo). El arte contemporáneo en Florencia es sacrílego, habrá gente que no le guste que esto sea así, pero es así. Además, el carácter levantisco y rebelde de los florentinos está en sus genes y se ha forjado durante siglos.

La otra excepción es Madrid. Motivos, ni idea. Hacer la gracia, mira que molones que somos, nuestra ignorancia, nuestra absoluta falta de respeto por todo, nuestra incapacidad para tomarnos ciertas cosas un poquito en serio. A los florentinos les entiendo, no comparto que ataquen las esculturas, pero se les comprende, aparte de que esos hechos tienen cierto aire romántico. Pero en el caso de Madrid, mi incomprensión es absoluta. Apenas se han instalado en diferentes puntos de la ciudad las vacas y ya se han registrado casos de vandalismo.

Soy incapaz de entendernos. De verdad, incapaz. Y me siento avergonzado.

No hay comentarios: