23/9/09

Niñatos

Últimamente, la juventud (entre la que AÚN me encuentro) está en pleno debate. Vamos, que las macarradas tienen más eco que nunca en los medios. Uno nunca se sabe si las cosas aumentan por sí mismas o lo que aumenta es su atención. El caso es que los incidentes de Pozuelo, los niños que pegan a los profesores, etc. están muy en boga.

Yo soy de naturaleza pasota. Cada uno que haga lo que quiera, pero que cada uno asuma su responsabilidad. Faltaría más. No obstante, hay cosas que me rechinan. Una de esas cosas es la hipocresía social y la juventud se lleva la palma. Cada vez más, los jóvenes piden respeto, derechos, libertades, se manifiestan contra la Guerra de Irak o en favor de los gays. Su voz cada vez es más alta en este patio de recreo que es la sociedad. Pero qué autoridad moral tiene un chaval que: 1º es un novato de la vida, 2º se droga, 3º se emborracha hasta las trancas, 4º se lía a mamporros con el mobiliario urbano, 5º depende de los padres (llamar a los papis cuando la cosa se pone chunga), 6º es "analfabeto" (lo último en un foro de un periódico deportivo, aunque escrito "aún que"), 7º no sabe que los derechos y libertades implican por fuerza obligaciones, 8º relativiza absolutamente todo y según interese (no vale matar iraquíes, pero vale quemar mendigos),.........

Evidentemente, generalizo, pero la autoridad moral para los filósofos, literatos, en teoría los políticos (los de este país, no), los científicos, etc. No para niñatos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Cada vez escribes mejor. ERES MI IDOLO. kk