24/2/09

Piazza Spirito Santo


Existen pequeños rincones que son amplios mundos, donde se desarrollan multitud de vidas diferentes, con multitud de avatares, bajo un mismo cielo que ha visto la historia de multitud de generaciones.

A veces uno se pregunta qué hay detrás de las vidas de esas personas que pasan a tu lado, mientras tu capuccino preside la mesa de la terraza donde has decidido descansar la mente y el cuerpo, antes de seguir añadiendo recuerdos a tu memoria, en una pequeña piazza de Florencia, donde el tiempo hace tiempo que se detuvo.

Ni los turistas son capaces de acabar con la melancolía, la paz y la tranquilidad que se respira en ese instante, en aquel lugar, lejos de tu hogar.

Ni tan siquiera escucho el ruido de mi respiración.

La fachada de Santo Spirito preside con su sobriedad la pequeña piazza. Da la bienvenida a esos realmente pocos turistas que descubren que entre el Palazzo Pitti y el Ponte Vecchio existe más mundo, más vida.

He hecho centenares de fotos. Llevo tropecientas bolsas. Y claro está, mi bolsa de viaje, que siempre llevo conmigo desde siempre, infatigable ella. Y disfruto, vaya que si disfruto....

Son estos pequeños momentos, pequeños y mágicos momentos, los que cambian por completo nuestras vidas. La mía, la cambió. Y aún saboreo aquel capuccino.

1 comentario:

Un pedacito de mí dijo...

Ay Italia...qué haría yo sin ella, jeje. Buen post Pablo y tranquilo, que por lo que tengo entendido dentro de muy poco te vuelves a encontrar con el arte italiano.

Qué envidia. A ver si yo también vuelvo prontito.

Un besoo