8/4/11

En cadena

Abres los ojos y sientes el Sol. Hace unos años traté de poner remedio a su ausencia. Lo tatué. Inspirado en la obra del artista Rob Havassy, me acompaña desde hace seis años. Pero nada como sentirlo en la cara. Se nota que llega la primavera. Suena The Script en Spotify. La música en mi vida cada vez encuentra menos momentos. El Ipod para un trayecto de quince minutos de casa a la ofi sólo da para un par de canciones. Así que lo dejo en casa. Me acompaña otra música en mis pensamientos. Me acompaña pleno de ilusión. Es el efecto de la primavera. Son sonrisas porque es la época que precede al verano. Mi estación. Lástima de estación que mis chanclas y bañador no disfrutan en plenitud. Soy piscis. Lo mío es el agua. El agua bajo un sol resplandeciente. Bajo un sol achicharrante. Simple excusa para meterme en el agua. Sólo nado o buceo. El surf queda para frases del tipo de que hubiera pasado si...Pasó y no surfeo. Mi espalda tampoco lo permite. Ah! queda el submarinismo. Tengo pendiente (lo sé, lo sé) mi bautizo desde hace dos años. Le dedico poco tiempo a Asturias. Vaya excusa más mala, pero es lo que hay. El caso es que tengo ganas de ir. Ganas de llevarte. Cerveza por favor. Y un mojito. Las noches de Salinas son de sudadera y pantalón corto. Look inédito. Madrid lo impide. En Salinas, sí. Allí las noches son estrelladas. Sientes la luna. La Luna la han cerrado. Cierre administrativo. Las noches ya no son con Red Hot Chili Peppers. Se cambia por el chill out o el chumba chumba. Pero estoy ahí por ti, por las noches de verano. Estoy por oir el mar de noche. No lo ves pero lo escuchas. El mar se disfruta de muchas maneras. También la arena. Fría de noche, refugio de mis pies, que les gusta su candidez. El paseo de vuelta a casa es corto pero intenso. Lamentas el final de la noche. Te acuestas pensando en que mañana haga sol. Mi bañador no permitiría lo contrario. Mi calendario tampoco. El tiempo pasa, las vacaciones pasan. Hay que aprovechar que hasta el año que viene no vuelven las mismas sensaciones. Pero el Sol siempre está ahí. Verano, primavera, otoño e invierno. Por eso te quiero, para que me ilumines. Por eso te tatué. No me faltes. P.D. Ahora suena The Smiths y su There is a light that never goes out. No ha sido casualidad lector, lo aseguro.

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