13/5/11

De malas rachas y debes

En lo que llevo de año no he agarrado un libro que me haya atrapado. Tengo una bala en la recámara, aunque está por adquirir. Será que no quiero irme de vacío de la Feria del Libro. Por si las moscas. Estoy con El Cementerio de Praga de Umberto Eco. Me atrae el viejo estilo. La narrativa de hoy es cine en palabras. El cine de hoy. Secuencias cortas, ritmo álgido, sin descanso. Novelas históricas por doquier. Ya no se cuentan historias. Deseo leer novelas de personas que les suceden cosas. Nada más. La bala en la recámara por cierto es John Boyne. Su penúltima novela, La Casa del Propósito Especial, es un monumento a la melancolía que no te deja melancólico. Bajo un manto de amor y tragedia el poso no es amargo. Será porque lo primero vale la pena. Así que lees, lo terminas y sonríes. No se puede aspirar a nada mejor. No se puede desear nada más. Quiero historias. Dadle al coco leches! (también va por mi, pero lo mío no tiene nombre).

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