14/8/09

Primer capítulo vacacional

Retomo el blog tras las vacaciones. El ordenador se quedo en casa reposando y yo me fui a que mi espíritu reposara. Lo cierto es que estos días en Asturias alejado del calor, durmiendo tapado y de un tirón, pasando incluso fresco algunos días, me han venido muy bien. Es insufrible el calor de Madrid. Insufrible. Y Asturias es como un refresco cargado de hielo 24 horas, en donde el verano resulta un tanto sui generis. La prueba está en la maleta, formada por bañadores, chanclas, camisetas, sudaderas, calcetines y cazadoras. Un poco de cada estación vaya.

Un poco de playa y unos cuantos baños, un paseo por Oviedo o ver a familiares, lo cierto es que no he parado. Lo malo, que, como siempre, me quemo por partes. Este año le ha tocado el turno al costado derecho, el vértice entre el hombro y el cuello (izquierdo y derecho, más colorado éste último), parte del antebrazo izquierdo, empeines (ambos y los dedos se libraron por mi afición a enterrarlos en la arena) y parte de la muñeca izquierda (entre las pulseras, flipas).

El quemazón más ridículo fue en Lanzarote. Estábamos en abril y el día estaba nublado y eso me hizo pensar que podía echarme en la tumbona del hotel a medio dormir una siesta sin problema alguno. Me quemé las piernas, aunque por partes, pues me tumbé con las piernas cruzadas y se me quedó una franja blanca, una colorada, una blanca, una colorada.

En cuanto a las compras, escasas. A mi novia, sí, que se lo merece (a qué el queso está bueno??), yo en cambio me he conformado con una pulsera (otra) y un libro (otro).

Por cierto, este año el mar no me arrebato ningún collar ni pulsera. Como en la canción de Mecano, el mar de vez en cuando se ha llevado algunas de mis posesiones más preciadas y nunca más me las devolverá. Sin embargo, al contrario que en el tema de Mecano, aquí compensar las pérdidas resulta muy sencillo, pues una simple visita a los puestos jipiescos solventan el problema y ponen fin a mi mueca de rabia.

Ahora unos días en Madrid y después viaje a Italia. A todo esto, ya llevo medio mes de vacaciones.

Por cierto, tengo ganas de otoño.

No hay comentarios: