13/6/09

10 meses, pesan

Con diez meses de trabajo a la espalda, las vacaciones ya no son sólo un deseo, sino también una necesidad. Necesidad de desconectar y de no pensar en nada, eliminar de mi mente frases como "manaña tengo que..", "debo hacer", etc. Lo ideal sería meter el móvil en el fondo del cajón y quitarme el reloj. Fuera ataduras, dejar la mente libre y llana. Recuerdo que ya hice algo parecido al terminar la carrera (bueno, tenía una asignatura que me quedó para septiembre). Me fui dos meses a Asturias y desconecté de todo, me tiré todo el verano en bañador y chanclas. Por cierto, me apetece mogollón tomarme una cerveza en La Luna con el mar de fondo y buena música en el ambiente. Y salir de compras por Oviedo! (No te preocupes, que compraré carballones ummmmm que ricos) Las vacaciones soñadas ya llegarán, sé de lo que hablo, verdad?. Mientras, me conformo con no tener que pensar, tan sólo un poco de playa por aquí, compras por allá y, claro está, mi querida Italia. P.D. Cada vez estoy más convencido de que yo, en una vida anterior, fui italiano.

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