Acostumbrado a las playas asturianas, más asalvajadas, menos populosas y más sosas, he alucinado con las playas malagueñas. Salvo de pequeño, cuando estuve de vacaciones algún año en Puerto Banús o en La Manga, siempre me he movido en playas asturianas. Este año ha sido diferente, puesto que mi pareja y yo nos hemos decantado por la Costa del Sol.
Y alucinas. La playa es como un gran centro comercial. Un entretenimiento puro y duro. Yo, que me paso gran parte del tiempo en la playa tostándome al sol tumbado en la toalla, en esta ocasión estaba todo el rato sentado, mirando a un lado y a otro y riéndome mogollón. Además de rajar de la gente, deporte que ya practico cada mañana en los desayunos en el trabajo, ver a los frikazos de los vendedores de refrescos era la leche. Vaya personajes, los cuales salen hasta en youtube. Ahora cualquiera tiene sus 15 minutos de fama gracias a las nuevas tecnologías y los canales como youtube, pero esta gente lo merece.
Lo dicho, todo un entretenimiento.
13/8/10
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