La gota de agua del mar, desprendida y solitaria, en playa inhospitalaria, triste se puso a llorar. El Océano al sentir tan tierna lamentación de aquella separación, la piedad le hizo sonreír.-«Hija mía, entre los dos hay una sola unidad, y sobre esta inmensidad no hay más grandeza que Dios. «Entre tu cuerpo y el mío nunca la extensión verás: nadie medirá jamás la inmensidad del vacío».(Omar Khayyam)
1 comentario:
simplemente jajajajajjajajajajajajajjajajajajajajj.kk
Publicar un comentario